Jorge Luis Del Hierro no estudió administración, finanzas o economía, pero han sido los muchos “no” que ha escuchado en su camino de cantante, los que lo han motivado a desarrollar sus metas. La primera fue en la música, mientras que otras lo han llevado a una faceta de empresario que cada vez toma mayor fuerza.
Cuando Prisionero, tema que dio a conocer en 2005, no empezaba a sonar ni siquiera en su cabeza, Jorge Luis, entonces de 18 años, escribió el proyecto Revolution Kids. “Originalmente era de televisión; lo escribí en un momento de necesidad en el que no sabía qué iba a pasar en todo sentido”. Mientras nos cuenta esto, le dice a su esposa Nana que busque en un cajón en el que lo vio esa mañana. “Es un libro de música, tiene canciones, personajes, de todo. Como en televisión sentí mucho manoseo lo hicimos parque, le conté la idea a mi mamá, pero no pasó hasta que tuve 26 años”.
Cuando Jorge Luis trazó los primeros esbozos de lo que hoy es su parque de eventos infantiles Revolution Kids, cantaba en la iglesia. Hoy, apoyado por su madre, esposa y hermana, de parte de su familia, la idea ha sumado todo un sistema de entretenimiento infantil, con atracciones inflables, sesiones de fotos, parque de juegos, animación, carretas... “Está en proceso todavía, la marca se ha hecho conocer de a poco y espero que sea el gran salto para lo que quiero realmente: televisión, productos...”.
El parque también cuenta con una cancha de fútbol, que se inició con la idea de ser escuela pero en la que quedan solo algunos de los niños que entrenaban gratuitamente con Hermen Benítez. “Son niños de una cooperativa llamada Carlo Magno, que traje y les puse un entrenador por casi un año y pico, por ahí quedan algunos, pero eran como cuarenta. Ya vienen a entrenar solos, pero mi única satisfacción es ver a esos que quedaron, tienen un corazón impresionante y estaban en medio de mucha droga... los rescatamos”.
El intérprete de María puñales recuerda que durante una época de su vida escuchó todo lo que un joven necesita para morir mentalmente. “Todas esas palabras que algún rato me dijeron de pelado crearon en mi una arrechera para levantarme. Lo que me dijeron que no iba a hacer, lo estoy haciendo. Mucha gente con la que nos topamos ahora me dice: ‘Es increíble, cuando nos contabas eso, nosotros nos burlábamos. Nadie te creía’”.
Sus otros negocios los ha llevado de la mano de su carrera en JLH Music, que inició al independizarse del sello Borkis el año pasado. Jorge también recuerda que le dijeron que no lo iba a lograr sin el respaldo de los estudios.
Su empresa cuenta con salas de ensayo, estudio de grabación, alquiler de equipos e incluso la creación de una banda independiente que lo acompaña en sus shows.
El grupo, integrado por Diana Aguilera y Joshua Hidalgo (voz), Jorge Vega (percusión), Manolo Picón (batería) y Miguel ‘Chinchu’ Rodríguez (bajo), partió de la necesidad de “abrir brazos financieros para la empresa, que la gente esté trabajando sin que esté yo y dar oportunidad a los músicos”.
Jorge Luis aplica lo que conoció en sus estudios de Inteligencia Financiera que tienen que ver con optimizar recursos y producir ganancias. “Creo mucho en eso. En vez de gastar la plata en comprarme ropa, me la gasto en equipos, en cosas que produzcan más ingresos”. Esto le permite ofrecer el combo completo a los interesados en los servicios que brinda: banda, equipo de audio, luces, transporte, y así las ganancias se quedan con él.
Su carrera musical tampoco la descuida y desde su centro de operaciones trabaja en un nuevo CD que grabará en Nashville, EE.UU. No dudó en dejar escuchar el demo de una canción que sin desprenderse del sello que lo ha caracterizado muestra un nuevo estado de madurez.
Al preguntarle si alguna vez se equivocó con algún proyecto, Jorge Luis cuenta: “Mi primera inversión fue en un bus grandote de color vino, pero me abrí un poco porque tenía mucho estrés cuando la gente viajaba, aparte de que la inversión es muy grande”.
Reportaje de: José Javier Roldós C.
Articulo gracias a EXPRESIONES
